jueves, 5 de abril de 2012

MENSAJE DE SEMANA SANTA

REFLEXIONES SOBRE EL AMOR.
Jesús Andrés Aranda Valdés

He aquí mi mensaje de Semana  Santa sobre el amor como valor y como energía rectora.
Ustedes habrán notado que para muchas personas lo que entienden como  amor es algo utilitario, a la medida de sus necesidades.
Se piensa: "Voy a ser amoroso para obtener lo que deseo o necesito", pudiera ser fama, poder, caricias, ascensos, o incluso alcanzar el cielo y evitar el castigo de la condenación.
Sin embargo, amor como como valor ; incluso como el más excelso principio de la Vida Una, es una realidad existencial desligada de finalidades. Así lo han percibido y practicado los antiguos filósofos estóicos, los sabios y practicantes buddhistas,y muchos buenos cristianos y miembros de otras religiones, e incluso ateos y agnósticos a quienes he tenido el privilegio de conocer y admirar. Todas estas personas han apreciado el amor como "el mayor bien de naturaleza ética y de elección voluntaria que con naturalidad les guiaba a una conducta conforme a sana razón".
Este es el tipo de amor puro, en libertad, practicado con discernimiento por las personas sabias que entienden de verdades eternas,No es el falso amor motivado por oportunismo, temor o ignorancia.
¿Cuántos aman sólo por entender que el amor es una energía superior que el ser humano va desarrollando en su conciencia? ¡Claro que es energía!. Muchos conocemos que " Energía es fuerza activa que mueve y transforma". Pero trascendiendo elucubraciones mentales y conceptos intelectuales, preguntémonos: ¿ Cuántos aman más allá de su parentela y amigos, a todos sus congéneres y todo lo que compone el cosmos del que somos parte? ¿Cuánto se ama tanto en el gozo como en el dolor? ¿ Cuantos aman hasta el punto de agradecerles y corresponderles sus favores, a los árboles, las piedras cantarinas de las quebradas,las flores, los perritos y otros animalitos sean de crianza o realengos, los niñitos y niñitas del mundo que a diario mueren de hambre, los aborígenes del Amazonas desplazados de sus tierras, los delincuentes encarcelados o ya libres, los desempleados sin esperanzas de mejor vida, los hermanos que ostentan creencias o religiones diferentes, o que simplemente no se adhieren a ninguna? ¿Qué abstrusos motivos hay para que no fluya en nuestras conciencias, comprensión, colaboración y diálogos con todos y hacia todos?.
¿ Porqué es tan difícil desentrañar el misterio del rayo vibrante que anima toda la existencia y que por no entenderlo nos hace consumir energías en ritos y supersticiones separativos, en suspicacias y guerras?.
Cuando el amor en la persona es fuerte hacia lo remoto y débil ante lo cercano, o viceversa, puede que exista un sentimiento engañoso, incompleto o confuso  hacia el genuino amor. Puede que sea una emoción condicionada a medida, espacio, intereses o situaciones fortuítas.
Los que pregonan amor a una causa ideológica, política o a una divinidad y no lo demuestran hacia los demás se engañan.
EL AMOR VERDADERO NO ADMITE FRONTERAS. ES TOTAL Y PERMANENTE. LO VERDADERO ES LO QUE PERMANECE.
La acción mecánica de hacer uno que otro favor a familiares, vecinos o asociados en el trabajo, no siempre es indicativo de amor alguno. Hay quienes tratan de aparentar lo que no son. Ciertos actos serviciales pueden efectuarse por pretensiosa piedad, o, por simples cálculos de sobrevivencia gregaria. EL FUNDAMENTO DE LA AUTENTICIDAD AMOROSA SE ENCUENTRA EN LA INTENCION DEL ACTO.
Ama cabalmente quien encuentra su identidad vital trascendiendo sus conceptos sensistas, sus deseos materiales y sus emociones inmediatas. Cuando sentimos en nuestro corazón una fusión con la sustancia que anima toda la existencia. Llega un momento en la evolución de cada conciencia personal durante el cual eso no es difícil de comprender.
Quien de veras ama, reconoce con sencillez los principios básicos emanados de ese principio envolvente del amor y los cuales nos rigen en relaciones con nuestro mundo interior y exterior, sin necesidad de que se legisle para ello, pues son cosustanciales a la ley kármica.
Nuestros procesos de purificación basados en la observancia del principio del amor se dirigen a la verdadera fraternidad universal: la comprension y el servicio al prójimo, la cooperación con los seres humanos y los reinos de la naturaleza, la tolerancia, la autorealización basada en la erradicación de nuestras palabras vanas e insensatas, de nuestor sentimientos egoístas, nuestros pensamientos negativos, nuestras intenciones malsanas y nuestras acciones abusivas contra la dignidad de nuestros congéneres. El amor verdadero no es un objeto de creación mental, no es un producto  o mercancía etérica que hacemos parte de nuestra dimensión o vehículo sentimental cuando nos conviene.
AMAMOS CUANDO SOMOS AMOR. ¿ SENCILLO VERDAD?.
ASI SE ABRE LA LUZ HOY, SABIENDO QUE AMOR ES AMARLO TODO, MINUTO TRAS MINUTO, SIN LAPSO NI PARENTESIS.

- F I N -


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