Generalmente las exposiciones académicas y de los políticos relacionadas con el narcotráfico son muy superficiales y las investigaciones más serias son obviadas por los gobiernos y poco divulgadas entre el público.
Un aspecto apenas estudiado, es el del punto de drogas, a pesar de ser la organización básica en la estructura del mercadeo de estas.
Investigarlo profundamente sugiere atender aspectos estructurales y organizativos, pero también otros de índole sociológica y sicológica relacionadas con la economía, la educación y el medio ambiente de las areas donde radican los puntos. Esto requiere de entrevistas a oficiales de la policía diestros en el manejo de casos y lo que es más difícil aún; a componentes del punto y clientes del mismo, así como a vecinos de los sitios donde operan..
Acercamientos investigativos a las acciones policíacas pueden iniciarse a través de la ventana ancha de la lectura de noticias relacionadas con entrevistas a jefes de la policía, con redadas y sistemas de vigilancia y persecución a los puntos. El tema se complica cuando los agentes policiacos mismos pudiesen cooperar ofreciendo nombres de traficantes poderosos que suplen a los puntos o cuando conociendo de compañeros corruptos del cuerpo cómplices de los narcos no se atreven a mencionarlos.
Hace varios años tuve la oportunidad de conversar con un agente del cuerpo de la policía destacada en la investigación de casos de drogas y me dijo con mucha tranquilidad y seguridad: " Ahora mismo yo te podría mencionar un compañero al menos que está ligado con esa gente ; y también todos nosotros conocemos de un tipo riquísimo que vive en esas casotas grandototas a unos minutos de donde tu vives.Está podrío en chavos vendiendo esa porquería a varios puntos en distintos pueblos y nunca se le ha podido acusar". Le pregunté porqué y me contestó sarcásticamente: "... Imagínate ".
Un acercamiento personal, sincero, dirigido al aspecto humano de los componentes del punto nos puede ayudar a conocer los perfiles definitorios de su personalidad. Esto conduce a descubrir las causas subyacentes que les impulsan a caer en las acciones delictivas que deben desarrollar; entre otras: - Situación económica (desempleo, sub-empleo y/o dependencia),- Hogares problemáticos, disfuncionales, rotos o inexistentes. - Bajo nivel de identificación con la escuela(deficiente supervisión de los padres, de las autoridades escolares, alto índice de abstención sin causas justificadas, ambientes escolares poco atractivos para los estudiantes) -Comunidades abandonadas por las agencias públicas con escazas ofertas de empleo, educación, recreación y esparcimiento para los jóvenes y para la población en general. -Imágen negativa y poco ejemplarizante de los líderes políticos y agencias públicas que suponemos sirvan bien al país, lo cual crea un sentido de rebeldía e impotencia en las nuevas generaciones. -Incapacidad de las agencias de ley y orden para desarrollar un plan efectivo de control del narcotráfico. -Enfasis en las acciones meramente punitivas y persecutorias dentro de un sistema donde no se desalienta el tráfico clandestino de estupefascientes, por la indecisión del gobierno a implantar un sistema científico de legalización y medicación de la droga.
La adhesión a tales causas se hizo más fuerte en mí tras lograr unas entrevistas a tres o cuatro personas-casi todas muy jóvenes- que habían pertenecido a puntos de droga, en momentos que coanimaba un programa radial con un gran amigo de grata recordación.
Por ahora, me limitaré a resumir algunas declaraciones de sólo uno entre ellos, las cuales coinciden con las de los demás. En las mismas omito aspectos personales muy íntimos y del entrevistado que aunque interesantes considero innecesarios con relación al tema. Procedamos:
-" Mis padres aunque pobres, eran junto a mi, mi abuelita y otros dos hermanos una familia decente y querida por todos nuestros vecinos. Yo llegué a tener un medio hermano de crianza que fué el mas descarriado de todos nosotros. Todo se debió a que su papá era muy abusador.Un dia tuvieron una discusión y el pai le rajó la cabeza con un cuartón. Esto lo convirtió en un jóven muy rebelde y se sentía tan libre para hacer cosas fuera de lugar que yo me sentía tentado a hacer lo mismo. A mi me enloquecía la idea de montar motoras. Una vez me prestaron una, y él se me enganchó atrás. Noté que por donde pasaba, todo el mundo nos miraba asombrados o riéndose. Al apagar la motora me dí cuenta que___________ se había bajado los pantalones durante el viaje y llevaba las nargas al aire.
Al principio yo me portaba bien, estudiaba y trabajaba. Tuve varios trabajos por que mi obsesión era reunir un dinerito para comprar una buena motora. Yo era loco mecaneando y a veces perdía clases en aventuras con________ y algunos amigos del barrio. Esto me llevó a fumar mariguana y a veces conversaba con muchachos que no andaban en buenos pasos y nos ofrecían drogas o nos invitaban a venderla. Uno de ellos tenía una motora preciosa, y en poco tiempo se hizo de un auto con tós los hierros.
Este indivíduo comenzó a invitarnos a mi medio hermano, a mi hermano mayor y a mí, a varias fiestas
organizadas por el dueño de un punto y sus amistades en un caserío cercano y a veces en otros locales. Yo notaba como esta gente vestía con lo más de moda, veía esas cadenotas de oro que usaban, sus brazaletes y relojes. No les importaba gastar un chapurral de chavos en pocas horas. Las muchachas se volvían locas alcahueteando a esta gente pues les daban sus trillitas,las llevaban a discotecas, les hacían regalos. Algunas se convertían en droga adictas o en agentes vendedoras y distribuidoras del punto y llegaban a mantener relaciones con los que ganaban mas dinero. Me imagino que algunas compatriotas puertorriqueñas dedicadas a la prostitución hallan llegado a eso por via de la droga.Yo conocía desde antes a algunas de ellas que habían sido buenas hijas y buenas estudiantes. Pero el ambiente se las tragó como pasó conmigo, con mis hermanos y algunos amigos. Yo personalmente llegué a pensar en esos políticos y empresarios corruptos que disfrutaban de tantos privilegios sin merecerlo. Llegué a conocer detalles de algunos que ni tenían la educación necesaria para merecer sus posiciones y de otros que habían sido o que eran tan delincuentes como cualquier bichote. La única diferencia, que ellos eran delincuentes finos, blanquitos. Es más, a mi me han informado de buena tinta, que algunos entre ellos reciben dinero de "los jefes" , de los que mueven el polvo.
En una de esas fiestas me presentaron al dueño del punto mas cercano a mi casa. De hecho, nunca me pareció que fuese realmente el dueño; que era otro que nunca iba por allí. Yo le pregunté "¿_______
______qué tengo que hacer para ganar buenos chavos con ustedes?. El indivíduo me contestó : "Ya mismo voy a necesitar un vigilante del territorio pero pa eso necesitas comprarte un buen"machingon". - Le contesté: Pero a lo mejor tú puedes darme uno. Yo estoy desempleado y en mi casa mi viejo es el único que trabaja.
-Oye...aquí la gente gana lo que se merece. Tú todavía no te mereces ná, pero mira...¿Estás seguro de que quieres trabajar pa nosotros? ¿Tu sabes lo que le puede pasar al que empieza a trabajar conmigo y después nos abandona o se pasa a otro punto?.
-Si lo sé, pero no me importa. Lo que quiero es ganar plata y no hay mas ná.
El jefe me invitó a una fiesta pal otro viernes y antes de terminar la misma me llevó a su auto. Me extrañó que andaba en un toyotita viejo y me aclaró que lo estaban vigilando, que pensaba que alguien lo estaba choteando y se estaba resguardando de que no le fueran a confiscar el auto nuevo.. Abrió el baúl del carro y sacó de abajo de la repuesta una pistolita trililí envuelta en un trapo prieto.
-Esto es lo más que puedo hacer por tí. Te la voy a prestar por dos meses ; no más, con este celular. En dos meses te quiero ver con un revolver y un celular nuevos que debes comprar. Yo te voy a conseguir el vendedor. Decidí cometer asaltos a personas y negocios hasta reunir lo suficiente para comprar un arma de primera.
Con el tiempo pude deducir que existen grupos de traficantes de armas y de tráfico sexual conectados con el mundo de la droga. Así las cosas, tomé una decisión que tras pasar por todo lo que pasé, descubrí que era lo más estúpido del mundo. Me convertí por tanto, en un asaltante de negocios. Organicé una pandillita con el loquillo de mi medio hermano, con otro hermano mío y un amigo que fumaba mariguana desde que estaba en la escuela. Era experto en abrir y robar carros. Y esto es lo que hacíamos antes de salir a hacer tres o cuatro asaltos relámpagos en un solo día. Nunca nos concentrábamos en nuestros atracos en una sola área. A mí me tocaba cuidar los alrededores del punto
por las noches. Cuando trabajaba en pareja andaba en bicicleta y a veces me estacionaba a la entrada de la calle por donde acostumbraban a pasar las patrullas, mientras que otro pana se trepaba en una azotea con binoculares y con una escopeta.. Así también nos protegíamos de posibles agresiones de gente enviada por la competencia, ya que hubo momentos de guerra entre los puntos. En ocasiones me cambiaban de ocupación pues tenía que hacer entregas rápidas y cobrar. Yo escondía el producto en un lugar cercano para tenerlo disponible con rapidez; pues no quería arriesgarme en caso de un registro. Uno nunca sabe, pues a veces los guardias pasan por frente a tí y ni te miran. Es más, hubo ocasiones en que pasaban por el mismo punto y hasta vieron gente haciendo transacciones,como si nada. Entendí que hubo acuerdos con algunos guardias.
La persona a quien tenía como "el jefe" era bastante listo. Se mantenía muy silencioso con nosotros. No hablaba nada de los detalles que tenían que ver con sus suplidores y de la ubicación de la droga. En una ocasión le llevé a una fiesta en una finca de (un pueblo del centro de la isla) .Le serví de chofer y me regaló una tremenda combinación de traje, camisa y corbata para que le acompañara. No pude entender por qué hacía eso, pues al llegar yo me quedé en una area muy lujosa donde había una barra con mesas, sillas y música pero no hice nada importante. Habían quince o veinte personas que vestían ropa casual, dos o tres eran artistas y otros hablaban mucho de política y de negocios. Un grupito en particular se mantenía apartado en una mesa cuchichando que se yo que cosas. El "jefe" había pasado a otra habitación con el aparente dueño de la propiedad. Era una mansión rodeada con muros altísimos y potentes bombillas. Yo noté que la muchacha que servía en la barra y en las mesas -tremenda gallina por cierto- se desenvolvía con mucha gracia y hablaba bien. Fué la misma que al otro día apareció en una guagua tipo van, llamó al jefe el cual se montó con ella dejando en su lugar a___________. En menos de una hora el jefe volvió sin la muchacha en su Ford último modelo. Siempre lo estacionaba algo lejos del punto, en la marquesina de una casa que comunicaba con la avenida principal y que pertenecía a un guardaespaldas.
Imaginé que el jefe comenzaba a tratarme mejor porque a su mejor ayudante lo habían asesinado robándole un alijo de paquetes de cocaina.
Ya yo había comprado mi arma nueva pero le había cogido el gustito a los asaltos. Estaba reuniendo para una suzuqui de lujo y un jeep. Quería alquilar un local barato que me estaban ofreciendo, con la idea de comprar carros viejos y arreglarlos para venderlos, pues como ya sabes, me gusta el mecaneo.
Pensaba que como hasta el momento nunca habían arrestado al "Jefe" ni a ninguno de sus ayudantes, y mucho menos a mi y a mi grupito durante los asaltos , yo me pasaría toda la vida gozando de lo lindo. Y lo que más me entusiasmaba era disfrutar de la motora y las tremendas jevitas que ya comenzaba a conocer y que tanto había gozado con varias de ellas.
Todo iba chevre, pero inesperadamente se jodió todo para mi. Yo me sentía un heroe invencible. Lo único que me preocupaba era las dudas que mis padres iban sintiendo cuando veían tanto movimiento de dinero y tantas joyas y ropa nueva. Mami la pobre era un ama de casa que junto con mi abuelita siempre estaba a cargo de todos los asuntos del hogar. Papi desgraciadamente comenzaba a enamorisquearse de otra mujer y a llegar borracho los fines de semana. Esto me tranquilizaba, pensando que no tenían oportunidad de averiguar la fuente de mis ingresos.
Bueno, el asunto es que mi hermano y el otro amigo de nuestra pandilla habían puesto su atención en un almacén de productos electrónicos. Descubrieron que era fácil el acceso al mismo y un empleado les había comentado que hacía una semana ya, que habían despedido al guardia de seguridad. Mi medio hermano______ había conversado con un almacenista, no muy honrrado por cierto, que le prometió comprar toda la mercancía robada al instante. Incluso. una guagua de carga podria sustraerse con relativa facilidad del garage , para transportar los productos robados. Todo parecía muy fácil.
Y comenzamos bien. La entrada trasera del negocio era muy difícil de observar por el público y menos a la hora del atraco. Fué sencillo prender la guagua. Nos colamos al interior del almacén por una abertura tapiada en madera de donde había sido removido un sistema central de aire acondicionado, o algo parecido.
Estábamos contentísimos. Metimos en la guagua como treinta o cuarentamil dólares de mercancía .
Pero oye lo que pasó a lo último ... no nos habíamos enterado que el día anterior el almacén habia contratado guardia de seguridad con unidades móviles que también prestaban servicios a otros negocios del area. Nos descubrieron durante una de sus rondas de madrugada y nos reportaron con la policía estatal mientras nos seguían. En cuestión de minutos se les unierton dos patrullas. Decidimos meternos en el caserío y tratar de escurrirnos por la verja de atrás donde el punto había diseñado una salida simulada de emergencia. Pero la suerte no nos ayudó. Mi hermano había logrado escapar en el auto que habíamos llevado hasta el lugar del robo sin que lo descubrieran ni lo persiguieran, pero a mi y a los otros dos compañeros no nos perdieron ni un segundo. El que iba guiando se puso muy nervioso y al chocar contra la acera de entrada al cacerío se reventó una goma y aparentemente se le trancó el guía o algo así. Yo me sentía muy guapito y saqué mi arma. Me bajé de la guagua por el lado derecho y ambos me dijeron: -"No hagas ninguna locura_______.Vamos a rendirnos. Son cinco policías". Yo me protegí parado tras la puerta, bajé el cristal de la ventana y disparé cuatro o cinco fogonazos. Cuando me dieron el alto por los altavoces, no les hice caso y volví a disparar. Ahí fue que contestaron a fuego limpio y entonces sentí miedo y me dió por correr un atrecho cercano entre dos de
los edificios. Mi medio hermano y mi amigo se entregaron, pero cuando los guardias notaron mi rebeldía y que estaba huyendo, parece que uno de ellos tenía buena puntería, y con un sólo tiro me paralizó, pues la bala se me incrustó en el mismo medio de la columna vertebral. Desde entonces, hace ya__________años, me encuentro parapléjico, y no me pesa asumir esta carga bien merecida que estoy sobrellevando. Y si algo agradezco es amistad como la de usted y que esta experiencia me ha ayudado a reflexionar y meditar mucho y a entender mejor la vida. En ocasiones así es que uno comprueba quienes son la gente buena y la gente mala.
Debido a mi condición de incapacidad permanente me libré de cumplir condena en la cárcel . Ahora bien; cuando me dieron de alta en el hospital y me trajeron a mi casa en ambulancia,
yo pasé amigo Aranda, por una experiencia inolvidable y que deseo repasarla con usted. La sorpresa fue muy grande cuando al bajar de la ambulancia en camilla noté desde el portón posterior del
"parking" hasta la entrada de mi casa, una verdadera multitud de vecinos y del caserío que me recibieron aplaudiéndome y recibiéndome como a un héroe. La deducción para mí ha sido muy sencilla. Mi gente se siente cercana a mí y lejana de la policía y del gobierno. Con esto no me estoy justificando; mi karma me ha dado una gran lección y usted sabe que yo estoy verdaderamente arrepentido. Pero la verdad es que estos vecinos que se amontonaron a mi alrededor conocían a mi familia, sabían que yo en el fondo no soy mala persona.Mientras trabajaba en el punto y aún cuando cometí los asaltos y atracos a mano armada nunca dañé a nadie físicamente. Cuando me envalentoné
y decidí disparar en dirección a los policías no pensé en darles, sólo en demostrarles que yo era de "los de abajo", que a nosotros ellos nos apabullaban en todo momento, a veces sin justificación. En muchas redadas en las barriadas pobres, han abierto puertas, roto ventanas y han hecho registros, a marronazo limpio y han sacado acusados sin darles oportunidad de vestirse o de cambiarse de ropa. Sin embargo, las cosas son diferentes para los políticos y los riquitos que roban millones, que evaden la justicia con buenos abogados y comprando jueces o que se les trata con manos de seda por guardias y alguaciles .
Esos mismos sentimientos son los que comparten la mayoría de la gente de los residenciales y de los vecindarios pobres y que impulsaron a mis vecinos y amistades a recibirme como si yo fuese algo fuera de liga.
Pero, resumiendo y repito, yo no deseo que ningún jóven haga nada de lo que yo hice . Yo condeno a toda la gente de arriba que da malos ejemplos. Me indigna ver a los ciudadanos trabajadores y personas pobres que día tras día sienten que disfrutan menos y menos de mejores oportunidades y buenos servicios del gobierno. De igual manera no veo bien que aquéllos que tienen buena salud y suficientes energías se conformen con criticar al sistema o a sacarle lo más que puedan, en lugar de pensar en maneras honrradas de conseguir ingresos.
P.D/DEL AUTOR: Con el incremento del mercadeo de las drogas entre los usuarios sociales o de ocasión que ha proliferado en los sectores profesionales y de clase media alta y rica existen nuevas modalidades de estructuración y funcionamiento de los puntos que no aparecen en este artículo. En cuanto al testigo entrevistado, este se mantiene totalmente desvinculado de sus anteriores actividades. Se ha convertido en un caballero digno y estudioso y aún padeciendo de varias enfermedades aparte de su virtual situación de inmovilidad , se ha distinguido en actividades educativas como repaso de asignaturas a menores de edad, consejería a los pocos que le visitan y participación en programas radiales favoreciendo causas de amplio contenido social. En el artículo no identificamos a los personajes por razones obvias.
- Continará-
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