jueves, 8 de enero de 2015

POSICION DEL COOPERATIVISMO ANTRE EL ESTADO - PARTE 6-

Jesús Andrés Aranda Valdés
Nos parece entender los perfiles del Estado dentro del cual se mueve nuestro movimiento cooperativista. Es uno limitadamente multipartidista en lo politico, donde ambos partidos mayoritarios terminan siempre favoreciendo a los grupos económicamente poderosos. Sociológicamente es  poli clasista, con una clase dominante oligárquica, donde ciertos sectores pujan por inclinar la balanza de la acción pública a su favor.
En el cooperativismo por aquéllo de ser objetivos, hemos aceptado que somos parte de un conjunto de procesos impulsados por diferentes fuerzas . Pero tenemos que visualizarnos como que somos una de esas fuerzas y que estamos inconformes con los principios y prácticas que modelan al sistema como un todo y que conocemos como el sistema neo-liberal capitalista.
Algunos de los  defensores de dicho sistema tratan de aminorar  esa visión sobre el mismo,  cada día mas antipática para mucha gente . Ellos dicen que aquí existe una economía democrática de libre empresa. - "Miren; si  hay cooperativas y hasta empresas socialistas que son las corporaciones públicas. " Así dicen algunos defensores del capitalismo. Pero ocultan todas las barbaridades que comete el sector corporacionista corrompiendo a los politicos y a los partidos que llegan a gobernar, evadiendo contribuciones y operando prácticas anti éticas desde que las mercaderías llegan a los puertos así como durante el mercadeo.
Sus constantes presiones mediante el cohecho, los donativos a los partidos y el cabildeo,   conducen a los politicos a limitar las posibilidades de expansión del cooperativismo,  y parecen ignorar que las corporaciones públicas no responden a principios cooperativistas ni socialistas, porque están politizadas, controladas por bonistas, y disminuyen su eficiencia mediante los muchos incentivos y excensiones que otorgan a las empresas privadas de lucro. Aparte de que estas corporaciones públicas tienen una representación muy limitada y con escazos poderes de parte de la ciudadanía . A cambioo de esos males provocados por ellos mismos promueven insensatamente las privatizaciones. A todas luces el Estado y sus representativos aceptan muy cómodamente que tanto de facto como de jure, la competencia y el lucro son  los motores que mueven la economía como la mejor forma de lograr prosperidad. 
No debemos tampoco, pasar por alto la condición colonial del país . Como cooperativistas,  bástenos con analizar las diferencias demostrables de la cooperación antes y después de haberse convertido otros territorios en naciones libres y soberanas.
Ante tanto gigantismo sistémico, antisocial y abusivo del Estado,  el cooperativismo tiene que aunar voluntades, ser más dinámico, imaginativo, INCONFORME y prepararnos y fortalecernos para cambiar esa realidad.
Estamos por tanto, obligados a incrementar la capacitación y la cultura de trabajo de nuestros recursos humanos profesionales y voluntarios, formar un mayor número de líderes que amplíen el escenario de nuestras actividades, desarrollar mayor generación de riquezas, gestionar que verdaderos cooperativistas lleguen a ocupar posiciones claves en la legislatura y en las agencias de gobierno. Actualmente no pasan de tres legisladores los que hacen pininos respaldando al cooperativismo y los dos máximos jefes de agencia que supuestamente deben servir al cooperativismo son declaradamente anti cooperativistas.
P.D./ En la próxima y última colaboración sobre el tema Cooperativismo y Estado señalaré las 7 diferentes funciones que debe desarrollar el Estado para facilitar el desarrollo de las cooperativas y operar co máxima eficacia y eficiencia a los fines de lograr el bienestar general de nuestra sociedad.
(Continuará)   

     

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