PROF. JESUS ANDRES ARANDA VALDES.
La simplificación más concreta que he podido deducir de diferentes lecturas sobre los illuminati, es que estos forman una organización piramidal secreta y elitista de unas pocas familias, las cuales se ramifican desarrollando una gran influencia dentro de casi todas las organizaciones mundiales más notorias por su poder político, económico y militar. Que éstos se consideran poseedores de información y secretos que muy pocas personas poseen . Y como el conocimiento es poder ; si a ello se junta la posesión de enormes riquezas, podemos concluir que los illuminati desatan y manipulan muchos acontecimientos relacionados con el curso histórico de la humanidad.
Todo empezó con una persona de nombre Adam Weishaupt, formado por los jesuítas, aunque era judío y alemán. En su mente se habían incubado ideas revolucionarias hegemónicas; pero más que eso, tuvo un intenso deseo de destruir el gobierno y la iglesia.
Weishaupt comenzó la faena que había concebido con unos cinco asociados. Durante los primeros años apenas pudo reclutar doscientas personas. Pero para el año 1784 la membresía había aumentado a 3000 entusiastas militantes, diseminados en cinco de las más grandes ciudades alemanas. Este avance se logró gracias a la asociación del fundador Adam Weishaupt con Adolph Francis, más conocido como Barón Von Knigge.
Ambos se dieron a la tarea de reclutar a hombres jóvenes de las clases altas.La organización adoptó ciertos estilos y prácticas similares a los de la orden masónica, y se prometió a sus miembros que recibirían conocimientos ocultos especiales, según ascendieran dentro de los rangos establecidos.
Los Illuminati decidieron infiltrar el movimiento masónico, no solo por compartir algunas de sus creencias , si no como una forma de resguardarse mejor de las persecuciones de la Iglesia y de la nobleza alemana.
Fué así que tras ocho años de su fundación, los illuminati asumieron un gran control en todas las estructuras masónicas del país y desarrollaron un relativo poder en los procesos políticos. Se comenzó a trabajar más arduamente por destronar el poder político del estado y el poder religioso de la iglesia.
Pero a fines del año 1784 hubo diferencias entre Weichaupt y varios de los más importntes dirigentes illuminati, recuperando el primero la dirección absoluta.
Al llegar a los 17 años de su fundación, el movimiento Illuminati se encontraba muy debilitado.
Numerosos miembros illuminati que se habían enrolado atraídos por los enfoques misteriosos y la promesa de desarrollo de poderes extraordinarios, se desilusionaron con las falsas promesas de la organización. Algunos se atrevieron a denunciar los verdaderos designios secretos de su jefe , que se basaban en la acción clandestina conducida a ganar el poder político.
Entre los años 1784-1789 las autoridades publicaron edictos y sanciones muy intimidantes contra los pocos líderes illuminati que iban quedando activos. Weishaupt tuvo que esconderse en una remota provincia y no pudo derrocar el régimen político ni el religiosos del país y mucho menos de Europa.
Sin embargo, los principios y guías y la acción militante de algunos illuminati contribuyeron con mucha efectividad al brote de la Revolución Francesa de 1789.
Desde entonces, los historiadores no han podido fijar una presencia categórica o firme al estilo de los illuminati de aquélla época, con sus planes de izquierda revolucionaria, para crear un nuevo orden social en el mundo. Sin embargo, algunos investigadores del tema y estudiosos de las conspiraciones piensan que la faena illuminati persiste y algunos aseveran que con mayor pujanza que en los primeros 17 años de su auge.
Tras la infiltración de los cuadros franceses de los revolucionarios jacobinistas, ciertos dirigentes illuminati ganaron ascendencia sobre los ideales y decisiones de muchos de los padres fundadores de los Estados Unidos. Pero la cosa no se queda ahí. Una influencia parecida fue ejercida sobre Federico Engels y Karl Marx, lo cual se comprueba facilmente leyendo El Manifiesto Comunista y el resto de la literatura marxista de los años 40 y 50 del siglo 19. En los manifiestos de los partidos comunistas de los distintos países junto al ideal internacionalista proletario se incorporaron objetivos similares a los de los illuminati. Ahora bien, como veremos según vayamos desenvolviendo esta serie, se darán cuenta de las grandes diferencias entre los illuminati a los que nos referimos en el prólogo (maestros de sabiduría, buddhas y avatares), los illuminati del siglo XVIII, y los de nuevo cuño que definitivamente son el más horripilante desafío para la humanidad y para nuestro planeta.
- C O N T I N U A R A -
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