EL REGRESO DE LAS HUESTES -( Poema satánico ) - Parte III -

Jesús Andrés Aranda Valdés

SATANAIL:
Agilizad pues vuestra partida
horripilantes machos brujos.
Ya no quiero más brujas,
sólo brujos, brujos y más brujos.
Las brujas viejas que barran los infiernos
con sus inservibles escobas.
Ustedes bajen a formar los emborujos
que crean odios , que distancian y dividen.
Proteged a los que mienten y roban .
Que sigan los padres con sus tiernos jueguitos
regalando paletas y muchos dulcecitos,
que disfracen a sus niños de brujas y brujitos.
Que sigan allá abajo los inocentes bobalicones
pregonando que esos son hábitos malditos.
Que continúen predicando sus supersticiones:
nada de eso me importa un pito.
Es mas fácil destruir a los mayores
que lograr que pierdan los niños su inocencia
con estúpidos jueguitos de disfraz y "tricotric"
Alentemos en los adultos buenos sus errores
Aumentemos las milicias de las sombras
que desde aquí con mis ciencias yo integro.
Que descubran el orgullo que produce
pertenecer a las huestes de los magos negros.
Ja, ja, ja,ja, ja..................
Llegad, llegad al planeta
verde de los nicolaítas.
Bajad a esa tierra controlada ya
por viciosos, ambiciosos y sodomitas,
para alentarles con nuestras horribles herejías.
Sometamos a los cantantes de himnos
y a los resadores con aspecto de ángeles alados
hasta  que olviden a sus hermanos marginados
y se tornen en ángeles caídos.
Que se conviertan en aliados,
que sigan vendiéndose como ángeles de luz
sin que pueda verse sus almas llenas de pús.
Métanse como lobos entre cabras
sin ninguna compasión.
Recluten a los que se dan golpes de pecho
engañando con sus hermosas hipocresías.
Haced con vuestras artes
que la noche de las brujas
sean todas las noches y también todos los días.
Olvidad por ahora a los niños y las niñas
Dejadlos crecer hasta que sean adultos,
cuando empiecen con sus chismes y sus riñas
entonces entrarán a nuestro culto.
Trico trik, trico trik, trico trik...

Para encima Lamio, Incantator y Veneficiato
Bajen a hacer un buen trabajo
que ya de los buenos quedan pocos
y pronto aceptarán nuestros mandatos.