Por Jesús Andrés Aranda Valdés
Juan Alejo de Arizmendi de la Torre (1760-1814) fué el primer obispo católico puertorriqueño consagrado bajo la regencia del Papa Pío VII en el año 1803. Este Obispo , al igual que ocurre ahora con el Arzobispo González Nieves, no sólo demostró ser una persona ejemplar sino también un pensador e intelectual de altos quilates, un amante de su tierra y poseedor de una mente muy liberal.Fué Bachiller en Filosofía, Doctor en Derecho Canónico y en en Derecho Civil.Se inició como sacerdote en una humilde posición como capellán de un convento de monjas carmelitas. Pero rápidamente fue promovido a Vicario General de la Diócesis y posteriormente a Obispo de Puerto Rico.
La primera gestión significativa del Obispo consistió en recorrer la isla comunicándose intensamente con todo su pueblo y trabajar constantemente por mejorar los niveles de vida de las clases más pobres. No vaciló en criticar los defectos del régimen colonial imperante en el país a pesar de haberse ganado la admiración del Rey Carlos III. Sus confrontaciones en defensa de su grey puertorriqueña le ganó una profunda antipatía del Gobernador de la época Salvador Meléndez Bruna quien destapó junto a sus acólitos una ola de descrédito contra el dignatario.Aquí se repite la historia, si analizamos lo acontecido entre las fuerzas antipuertorriqueñas y mas conservadoras contra el Arzobispo González Nieves. Pero volviendo al pasado; cada día crecía más el cariño y respeto de los hijos de esta tierra por el Obispo Arizmendi. A tal punto que en dos ocasiones fué postulado como candidato a diputado a las Cortes del imperio.Esta posición se decidía por sorteo y no mediante elecciones. En su lugar fué electo otro prestigioso puertorriqueño, Ramón Power y Giralt (1775-1813). Aquí surgió una coyuntura histórica durante la cual se creció la imágen y el aprecio hacia el obispo. Nos cuentan al respecto los historiadores Lucas Morán Arce y Sarah Diez de Morán ,lo siguiente, (cito): "En una histórica y emotiva ceremonia celebrada por el Cabildo Eclesiástico en la Catedral de SanJuan,el 16 de agosto de 1809, como despedida a Power y Giralt antes de que embarcara para España al ocupar su cargo ,el obispo entregó a aquél su anillo pastoral
Cuando el actual arzobispo puertorriqueño Roberto González Nieves entregó al recién electo Comisionado al congreso estadounidense Aníbal Acevedo Vilá su anillo pastoral demostraba los mejores deseos para sus gestiones, y estaba demostrando su identificación con la historia y con el sentido de puertorriqueñdad. Ahí comenzó el malestar,la perfidia y la urdimbre de descrédito de los sectores más antipáticos y reaccionario de las derechas isleñas. Estos grupos oscurantistas no acaban de entender que por muchas críticas que puedan hacerse a la Iglesia Católica, cuando sus representantes sacan al público lo más positivo y edificante de su Doctrina Social, ellos tienen el imperativo categórico de mencionar los principios de la libertad e integridad de las naciones como derecho natural , la defensa de las tradiciones de las culturas autóctonas y de todos los valores de justicia social expuestos en el Sermón de la Montaña por el Rabí Jesús y por los cuales miles de cristianos de la Iglesia Ptrimitiva fueron perseguidos y ajusticiados por el Imperio Romano.
Con lo aquí expuesto, no cubro ni condono las deudas para con la humanidad de los grandes errores históricos de la Iglesia en distintas épocas.Pero me hierve la sangre cuando veo a tantos "seudo cristianos" y políticos anti puertorriqueños ,católicos de pacotilla, tratando de desbancar al Arzobispo con acusaciones imbéciles,cuando ellos directa e indirectamente han defendido tantos escándalos y actos de corrupción sin fín.Pero poco a poco,estos payasos van recogiendo sus velas y escondiéndose en sus guaridas desvergonzadas,corriendo con el rabo entre las patas.